La circulación de la sangre.
Esquema conceptual de mi contribución personal a su mejor conocimiento
Américo González Bogen. M.D. Prof. Investigador científico
Caracas, Julio
del 2015
Introducción.
Hasta el siglo
XVII dominaban las creencias de Galeno y sus seguidores, en lo relativo a la
sangre; ésta no circulaba, era producida continuamente en el Hígado y usada en
el Organismo.
En ese Siglo
XVII se llevan a cabo descubrimientos parciales importantes para la Época, acerca
de la circulación de la sangre, como fueron:
1. la circulación pulmonar por Servet.
Según Servet la
sangre circula por los pulmones, entra por la arteria pulmonar y sale por las
venas pulmonares, después de un recorrido intermedio, sin especificación
alguna. (En 1924 se descubren trabajos de Ibn Nafis, del siglo XIII, los cuales
versaban sobre la circulación pulmonar)
2. la circulación general por Harvey.
Harvey, con
criterio aritmético, descarta los conceptos de Galeno acerca de que la sangre
no circulaba y era producida de manera continua en el Hígado, por lo que
concluyó que la sangre se reciclaba, esto es circulaba por todo el Organismo.
Quedaba
establecida así la existencia de dos circuitos y dos circulaciones sanguíneas,
sin especificaciones de sus dinámicas potenciales ni posible integración
funcional.
En el Presente histórico, González Bogen demuestra que hay un solo
circuito de vías sanguíneas, recorrido por la sangre a lo largo y ancho de dos hemi-circuitos, con funciones
específicas complementarias e integradas: el hemicircuito pulmonar y el
hemicircuito general, genéticamente diseñados y programados, e integrados por
el Corazón, como bomba hidráulica compleja, bajo comando central del Pulmón, órgano efector del
Vago-Simpático-Integrado, en respuesta a descargas nerviosas del Sistema
Nervioso Central.
La circulación de la sangre por
el hemi-circuito pulmonar, tiene como objetivo propio la difusión selectiva de moléculas
de Oxígeno del aire hacia la
sangre y, la salida de gases
productos del metabolismo celular; así como irradiación de Calor, como factor multiplicador de
la fuerza molecular expansiva de los gases, para acelerar la salida al exterior,
en una corriente caliente, de la mezcla de gases resultado del proceso.
La circulación de la sangre por el hemi-circuito general, tiene como función, la distribución de la sangre
depurada y cargada de Nutrientes y Oxígeno entre las células de los tejidos, para
su metabolismo, conducente a la nutrición y elaboración de productos biológicos
necesarios para el mantenimiento de la Vida-Creada, en el balance que
expresamos como Salud.
Los dos hemi-circuitos de la sangre tienen capacidad, Volumen,
similar, siendo el Corazón el órgano intermediario en la constitución del circuito único,
actuando como una compleja bomba
hidráulica, con cavidades conocidas como derechas e izquierdas, las cuales reciben el volumen de
sangre que el Pulmón ha definido puede recibir y oxigenar en cada ciclo.
El análisis actual de los gráficos de mis primeros
experimentos, me permitieron concluir que la aurícula
derecha del Corazón recibe la sangre venosa desplazada por la Cava, con el volumen y las condiciones de
balance previamente programadas por el propio Pulmón y, el
ventrículo la eyecta, por la arteria Pulmonar.
La sangre desplazada por la Fuerza
Ventricular derecha, a través de la Arteria Pulmonar, llega solo hasta los hilios de los lóbulos pulmonares,
los cuales les sirven de
relevo, esto es, la
distribuyen entre sus ramas bronquiales y,
con su dinámica propia, conjuntamente con el desplazamiento del aire, hacen
posible su circulación hasta sus
lobulillos y, estos a su vez les sirven de relevo y la hacen circular,
con fuerza y ritmo propio, paralelo al ritmo del Corazón, como
condición necesaria para desplazar, simultáneamente, la sangre hasta sus
capilares y el aire, hasta los alvéolos, en
las unidades alvéolo-capilares, balanceando
la presión de la sangre capilar con la tensión gaseosa del aire alveolar,
haciendo así posible la difusión selectiva del Oxígeno hacia la sangre y, la
salida al exterior de desechos del metabolismo en estado gaseoso, en una
corriente caliente y, el desplazamiento simultáneo de la sangre oxigenada hacia
las venas pulmonares, vía aurícula izquierda del Corazón.
Este relevo de
fuerzas para la circulación pulmonar es necesario y, se evidencia en la
delgada pared del ventrículo derecho, comparado con la del izquierdo.
La integración funcional de los
dos hemi-circuitos que componen el circuito global de la circulación
sanguínea la realiza el Corazón, integrado a su vez por el Pulmón, que le aporta los volúmenes-masas
de sangre que debe recibir, e impulsar luego, como sangre oxigenada en cada
ciclo global.
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