Sabado 27/6/15
Categoría: Reflexiones al Alba. Ayúdennos a Salvar Vidas!
Estas, mis Reflexiones de hoy, están dedicadas a los Organismos-Humanos en su estadio de desarrollo Feto, en su proceso de Nacimiento a la Atmósfera; así como a sus madres; esto es, a la Humanidad de nuestra Era histórica, presente y futuro.
A los
Profesionales con responsabilidad compartida durante el Proceso del Nacimiento
del nuevo Ente
Américo
González Bogen. M.D. Prof. ® Investigador científico
Razones genéticas e interpretaciones lógico-racionales, científicas-contemporáneas-presentes, del Organismo-Humano en desarrollo, hasta el Feto-maduro, las cuales deben regir la conducta del profesional en el proceso del Parto.
Desde una perspectiva analógica, podemos considerar el Nacimiento como el Viaje espacial del Feto, desde la “cápsula” materna a la Atmósfera de la Tierra y, en consecuencia, respetar el diseño y programación genética a ser aplicada en ese viaje y, observar las medidas cautelarías necesarias en el proceso del parto
Consideraciones previas:
El
organismo del feto-viable resulta de un largo proceso, de unas 36 semanas de
duración a partir de la fecundación del óvulo, con adaptaciones transitorias
necesarias, programadas en los genes, de acuerdo a las exigencias de su
“hábitat capsular-materno”, y su adaptación-inmediata a su nuevo “Hábitat
definitivo” en la Atmósfera de la Tierra, durante el proceso trascendental del
Nacimiento.
Me
referiré aquí exclusivamente a lo concerniente al Proceso del Parto o Nacimiento:
El
Organismo en desarrollo necesita el aporte de materiales nutrientes y, Oxígeno para su metabolismo,
los cuales son suplidos por la sangre materna, por mediación de la sangre del Feto contenida en la Placenta,
la cual es un órgano transitorio del
Feto en desarrollo y, el
Ventrículo izquierdo la eyecta a los tejidos, por lo cual, el Corazón
del Feto, órgano central de ese desplazamiento, se desarrolla desde la cuarta
semana de la gestación, ante las exigencias de la masa orgánica creciente.
Con
visión de presente-continuo y futuro, debemos considerar que ese Organismo está diseñado
igualmente para su viaje espacial en
el momento oportuno, por lo que se generan cortocircuitos transitorios
para la circulación general de la sangre, en ausencia de un Pulmón funcional, en desarrollo.
Estos
cortocircuitos son conocidos como: el agujero oval y los conductos arterioso y
venoso, los cuales garantizan la distribución tisular de la sangre y, especialmente
del cerebro, como el tejido de suma importante, dada la nobleza del Órgano.
El
Embrión, durante su desarrollo, en
etapa de mórula, se divide en dos segmentos desiguales: el mayor dará
origen al Organismo en
desarrollo y el menor a la Placenta, órgano transitorio externo que
cumplirá, entre otras funciones, con la función respiratoria, esto es representará al Pulmón hasta el
momento mismo de cumplirse cabalmente el Nacimiento y el
Ser-naciente haya establecido su respiración cíclica pulmonar, autónoma.
La
Placenta es un Pulmón transitorio, por lo que sus vías
sanguíneas tienen similar capacidad a la de las vías sanguíneas del hemi- circuito pulmonar en desarrollo,
así como del hemi-circuito general de la sangre.
La capacidad de las vías sanguíneas de la Placenta es un factor físico-matemático de gran importancia, ya que el proceso mecánico del Nacimiento se centra en el llenado de las vías circulatorias de los fluidos: aire, procedente de la Atmósfera, y sangre, procedente de la Placenta.
Las
vías aéreas extra-pulmonares, vacías,
reciben el aire desplazado de la Atmósfera, por la fuerza de gravedad, hasta
encontrar la resistencia que estimula los baro-receptores específicos, los
cuales informarán al Sistema Nervioso Central y, el Pulmón recibirá los
impulsos nerviosos necesarios para iniciar el complejo proceso, genéticamente programado, con
exactitud físico-matemática-biológica.
Es importante expresar aquí, que el factor físico-matemático
de adaptación del Organismo a la Atmósfera, por mediación del Pulmón, es la composición y masa por unidad de volumen de la mezcla
gaseosa que es el aire, al nivel geográfico de adaptación de la Especie y,
esa masa por unidad de volumen debe ser adaptada, durante el desplazamiento
cíclico, a lo largo de bronquios y bronquiolos, al factor masa por unidad de
volumen programado genéticamente en la membrana alvéolo-capilar, para balancear la tensión gaseosa
alveolar y la tensión capilar de la sangre, haciendo posible la difusión selectiva de moléculas del Oxígeno.
El Pulmón, por contracción-relajación cíclica de las mallas
musculares de sus vías aéreas propias, bronquios y bronquiolos, llena de
aire esas vías y, paralelamente, abre paso a la sangre transfundida
desde la Placenta.
Simultáneamente,
la estructura-global del Pulmón, sus lóbulos derechos e izquierdos, es
expandida hasta contactar sus superficies pleurales-viscerales entre sí, y con la pleura parietal, para
generar la adherencia
física que le hará adquirir su condición elástica, absolutamente
necesaria para cumplir sus funciones cíclicas continuadas.
Este proceso y, el re-direccionamiento de las
corrientes sanguíneas en el Corazón, generan el cierre progresivo de los cortocircuitos sanguíneos,
señalados arriba, y su direccionamiento
hacia el Pulmón que inicia su función
y adquiere a plenitud su condición elástica, para desarrollar sus ciclos programados, definitorios del
Nacimiento o integración global del
Organismo en sí y con la Atmósfera de nuestro planeta Tierra.