jueves, 27 de junio de 2019

El Corazón y la circulación de la sangre


 Américo González Bogen

Hasta el siglo XVII dominaba las creencias de Galeno y sus seguidores, en lo relativo a la sangre; ésta no circulaba, era producida continuamente en el Hígado y usada en el Organismo.
En ese Siglo XVII se llevan a cabo descubrimientos parciales importantes acerca de la circulación de la sangre, como  fueron:
1.     la circulación pulmonar por Servet.
Según Servet la sangre circula por los pulmones, entra por la arteria pulmonar y sale por las venas pulmonares, después de un recorrido intermedio, sin especificación alguna.
2. la circulación general por Harvey.
Quedaba establecida así la existencia de dos circuitos y dos circulaciones sanguíneas, sin especificaciones de sus dinámicas potenciales ni posible integración funcional.

González Bogen demuestra que hay un solo circuito de vías sanguíneas, recorrido por la sangre a lo largo y ancho de dos hemi-circuitos, con funciones específicas complementarias e integradas, genéticamente diseñadas y programadas, bajo conducción del  Pulmón, órgano efector del Vago-Simpático-Integrado, en respuesta a descargas nerviosos del Sistema Nervioso Central.

Hoy es bien sabido que la circulación-pulmonar, tiene como objetivo (el “intercambio gaseoso con la sangre”: el paso de Oxígeno del aire hacia la sangre y, la salida de gases productos del metabolismo celular, así como irradiación de Calor. El hemi-circuito general, tiene como  función la distribución de la sangre depurada y cargada de Nutrientes y Oxígeno entre las células de los tejidos, para su metabolismo, conducente a la nutrición y elaboración de productos biológicos necesarios para el mantenimiento de la Vida-Creada, en el balance que expresamos como Salud.
Los dos hemi-circuitos de la sangre tienen al Corazón como el órgano intermediario en la constitución del circuito único, actuando como una compleja bomba hidráulica, con cavidades conocidas como derechas e izquierdas, las cuales reciben el volumen de sangre que el Pulmón ha definido  puede recibir y depurar en cada ciclo.
La aurícula derecha recibe la sangre venosa desplazada por la Cava, con las condiciones de balance previamente programadas por el propio Pulmón y, el ventrículo la eyecta por la arteria Pulmonar hasta los hilios de los lóbulos pulmonares, los cuales les sirven de relevo, y la hacen circular por sus vías propias hasta los hilios de los lobulillos, los cuales a su vez le sirven de relevo y la hacen circular hasta sus capilares alveolares, para su necesario encuentro simultáneo y balanceado con el aire alveolar. Este relevo de fuerzas para la circulación pulmonar se hace evidente en la delgada pared del ventrículo derecho, comparado con el izquierdo.
La mecánica cíclica de las estructuras lobulares hace posible la difusión selectiva del Oxígeno en las unidades alvéolo-capilares y, la salida al exterior de productos de desecho del metabolismo en estado gaseoso, seguido de su progresión como sangre depurada y oxigenada hasta la aurícula izquierda, para ser eyectada por el Ventrículo hacia los tejidos.


La  integración funcional de estos dos hemi-circuitos sanguíneos la realiza el Corazón, integrado a su vez por el Pulmón



El análisis presente, de hoy, de los gráficos de mis primeros experimentos, me permitieron concluir que la sangre desplazada por la Fuerza Ventricular derecha, a través de la Arteria Pulmonar llegaba solo hasta el hilio de las estructuras lobares, esto es la distribuía entre los cinco lóbulos, y estos, con su dinámica propia, conjuntamente con el desplazamiento del aire, hace posible su circulación hasta sus lobulillos y, estos, desarrollaban ciclos dinámicos con fuerza y ritmo propio, paralelo al del Corazón, desplazando la sangre hasta sus capilares y el aire, hasta los alvéolos, en las unidades alvéolo-capilares, balanceando la presión de la sangre capilar con la tensión gaseosa del aire alveolar, para la difusión selectiva del Oxígeno y, el “intercambio” gaseoso, seguido del desplazamiento simultáneo de la sangre oxigenada hacia las venas pulmonares y el aire-caliente hacia el exterior